A veces,

 a veces con palabras sencillas lo dices todo..o quizás nada. 
Cuando piensas que no hay final, que las cosas están dichas por si solas muy probablemente te equivoques. Faltan esas palabras que nunca dijiste y que siempre vienen bien ser escuchadas, a oídos de aquellas personas que lo necesitan, necesitan oír para comenzar, para asegurar que en esa parte de ti sigue latiendo algo, algo que es esencial, para no acabar nunca…